Lo que más disfruto es ver cómo mis viajeros descubren la magia de lugares que antes solo imaginaban. Ver sus ojos llenarse de emoción, sentir su conexión con la naturaleza y, a veces, compartir lágrimas de felicidad en momentos inolvidables, es lo que me motiva a seguir explorando y guiando.

La seguridad y el disfrute de mis grupos son mi prioridad. Cada viaje comienza meses antes, con una organización meticulosa y adaptada a todos los participantes. Trabajo con guías locales y sherpas profesionales, y siempre realizo las rutas previamente para garantizar que todo fluya de la mejor manera posible. Aunque la aventura puede traer imprevistos, mi experiencia me permite abordar cualquier situación con calma, aportando soluciones efectivas y una sonrisa.